Puerperio y la etapa de transición

24 oct 2024
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Actualizado: 3 nov 2024

Estamos en una etapa de transición, siento el ocaso de un proceso para abrirme a algo completamente nuevo.

Tengo miedo, sí.

Pero también es una incertidumbre rica, un cosquilleo en el estómago, una sensación de que se viene algo bueno, bueno y que estoy lista para avanzar.

He pasado de estar completamente

fusionada contigo, en una sensación de híper alerta constante, descubrimiento, felicidad y agobio a una nueva fusión, un poco más rica, más placentera, más suavecita.

Te estoy disfrutando, me estoy disfrutando.

Y aunque hay días de sol y de tormenta, me gusta esta transición.

La sociedad dice que ya son 5 meses y medio y que toca separar nuestros cuerpos, nuestra fusión, nuestra complicidad y compañerismo.

Pero ¿Cómo? Si yo recién ahora te estoy disfrutando.

Recién ahora estoy comprendiendo cómo unir nuestras vidas en un baile donde me siento menos desplazada, donde soy más yo pero junto a ti.

Recién ahora estoy en apertura para alinear mi vida a la tuya, como dos almas completas.

Quiero seguir descubriéndome junto a ti.

Quiero seguir en este viaje, porque solo ahora estoy entendiendo de que realmente trata.

La sociedad pide que frenemos el impulso natural de las cosas, que me programe para salir de este nido y de esta vivencia tan única e irrepetible. Y aunque sé que si es un momento de transición y que nuestra relación está cambiando, no será al ritmo que otros me pidan. Lo haremos amoroso, suavecito, despacito.

Voy soltando un poco la aprehensión, pero me sigo hundiendo en este amor y me quiero seguir fundiendo en esta nueva vida que tanta presencia me pide.

Siento un llamado del alma a este labor y a encontrarme nuevamente, mientras me cobijo en tu olor.

Sé que soy afortunada por hoy tomar esta decisión, sé que muchas no tienen esta opción o simplemente no la eligen.

Y también sé que esto puede cambiar en cualquier momento, pero que por hoy me rindo al llamado del amor. Al llamado de acunarme contigo en un baile misterioso y sutil donde no voy al ritmo de las exigencias propias o externas, sino que tomo caminos más equilibrados y alineados con quienes somos en esencia.

Por ahora me sigo reencontrando en cada meditación de 5 minutos, cada página que leo mientras tomas tu siesta, cada risa compartida con una amiga mientras te sostiene, cada vez que vemos una serie con tu papi abrazados mientras duermes, cada vez que voy a mover mi cuerpo y me escapo un ratito de tus ojos.

Por ahora, vamos a encontrar una nueva manera de amarnos sin perdernos ni abandonarnos, una nueva forma de encontrarnos en la suavidad del dar, recibir y soltar.