“Las manos de Bruno”
- 14 oct 2024
- 2 Min. de lectura
Hace unos días Bruno amaneció extasiado. Le pregunté qué le pasaba (telepáticamente, porque Bruno aún no habla… tiene 3 meses, así que por el momento nos comunicamos por telepatía).
Me dijo: “no me vas a creer… ¡tengo esto!” y me mostró su mano. De verdad que me la mostraba. Me acercaba para jugar y me estiraba la mano como diciéndome: ¡mira, la muevo yo mismo!
Esa mañana jugó con su brazo, lo movía para todos lados, lo subía, lo giraba brusco, a veces lo golpeaba contra su piso de goma eva (seguridad ante todo).
Yo tuve otras cosas que hacer, así es que lo dejé de ver por un par de horas. Cuando volví a jugar, él sonrió, me mostró su mano y me dijo (todavía telepáticamente) ¡esos dedos también son míos! ¡Y mira! (agarrando al gato) ¡le sacan los pelos al gato! De verdad creo haberlo visto muy contento con su descubrimiento. Pasaron un par de días y una mañana me dice: “¡hoy si no me vas a creer! ¡Tengo dos manos! ¡Son dos!” Estaba feliz.
Las movía y experimentaba los movimientos y las infinitas posibilidades que hay al tener dos manos.
Y yo no pude más que preguntarme: ¿De qué me he perdido yo todo este tiempo? Y miré mis manos.
Ya tienen un par de arrugas. Un par de cicatrices también. Y se mueven. Aún se mueven.
Pero… no sé hace cuantos años no me fijaba que mis manos se movían ¡y que son mías!
Y esto no puede terminar de otra forma (y juro que es la pura verdad) miré feliz a Bruno y le dije: “¡no me vas a creer! ¡yo también tengo dos manos!
Cristian
Papá de Bruno, actor.
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