El nuevo disfrute
- 21 oct 2024
- 2 Min. de lectura
Actualizado: 21 oct 2024
Disfruto los días de sol y los panoramas juntos. Ahora tengo un compañero y me genera un placer enorme mostrarle mi mundo. Pero más aún darme cuenta que en realidad el que me muestra el mundo es él. Su propia forma de mirarla.
Como cuando salimos a caminar y se detiene en cada hoja, piedrita, bichito, o hasta colilla. Tenerlo en mi vida me permite disfrutar de la detención del tiempo, al mismo tiempo que me desespero por no andar corriendo como siempre lo he hecho.

Que placer mirarlo jugar, mirarlo dormir, mirarlo comer con ganas, mirarlo reír,
mirarlo tomar teta. Es como si su disfrute pudiera sentirlo yo también. Anexé nuevos territorios de descubrimiento y me asusta sentirlos tan propios.
Amo sus reflexiones, amo tener que esforzarme en comprender este nuevo idioma que surge en sus formas de comunicarse.
Desde que empezó a hablar se abrió un universo de sorpresas.
Qué explosión de amor ocurre cuando logro
entender lo que me quiere decir!
Cómo pueden suceder ejercicios de abstracción tan complejos en un cerebro de 2 años y medio!
Disfruto la vuelta al hogar. La crianza – y pandemia sumada - hizo que el vuelco hacia adentro y hacia lo doméstico fuera inevitable. Hay días en que esto me genera una angustia tremenda y me dan ganas de salir corriendo a mi vida anterior donde mi casa era solo un lugar para tirar la ropa, ducharme y volver a salir. Pero hay otros (y estos son mayoría) cuando siento un enorme placer de estar en mi casa, de habitarla, de trabajarla.
Disfruto doblar ropa viendo una serie y lograr guardarla al fin en la cómoda que nunca se desordena: puede haber un caos afuera, pero dentro de sus cajones las cajitas con ropa doblada a lo marie kondo me hacen sentir un enorme orgullo.

Disfruto cocinar para él. Yo que nunca disfruté la cocina y era un cero a la izquierda me he vuelto fan de las cuentas de Instagram de comida saludable para bebés.
Armar la colación para el jardín es mi meditación diaria.
Decidir como combinar la fruta con algo dulce o salado. Mi despensa está más variada que nunca y amo tener todo lo que podría necesitar por si acaso.
Pero también disfruto mis tiempos sola mucho más que antes. Disfruto mi cama libre, dormir sola o dormir con Jorge sin unas patitas pequeñas empujando las partes más inimaginables de nuestros cuerpos.
Disfruto el fin de las siestas, que trajeron consigo el que caiga temprano. Como amo que se duerma y saber que no despertará en muchas horas.
Disfruto las ganas de reflexionar sola o con mis amigas. Audios eternos de compañía y sentido que no sentía con mucha facilidad en mi vida premadre.
Disfruto el desapego de mi relación de pareja. La cercanía y la libertad que nos generó ser padres. La forma en que podemos hablar y nuestras nuevas formas de comunicarnos. Esto aun cuando suceda tarde mal y nunca, porque antes estamos muy ocupados viviendo.
Mai, mamá de Aníbal y Simón
En la comunidad da talleres de 𝐄𝐝𝐮𝐜𝐚𝐜𝐢𝐨𝐧 𝐏𝐫𝐞𝐯𝐢𝐬𝐢𝐨𝐧𝐚𝐥 𝐩𝐚𝐫𝐚 𝐥𝐚 𝐌𝐚𝐭𝐞𝐫𝐧𝐢𝐝𝐚𝐝.
Que lindo relato Mai, me siento muy identificada cuando dices que disfrutas estar sola, pucha que cuesta encontrar esos espacios, pero me haces reflexionar en qué también puedo disfrutar de otras cosas simples del día a día.
Te leo y me transportas a tu día a día, también veo tus expresiones (la magia de conocerte un poquito) y poder sentir, imaginarte en esos paseos. Cuando venías a post recuerdo que a Simón (aunque la segunda guagua y no estén en el relato) la llevabas a ver las plantas, los arbustos, el aire en la piel. Creo que para ellos debe ser hermoso y para vos una manera tan linda de conectar con el presente. Gracias siempre Mai por tus palabras.
Aquí haciendo dormir a mi guagua de 2 meses y como quisiera quedarnos aquí pero a la vez que ganas que verla crecer y ver su mundo. 🌸 Eve
Leo esto con mi (cada vez menos ) guagua encima mío y me emociona y veo reflejada en todas tus palabras Mai! Que lindo relato! Gracias !
Que bello! Gracias por expresar ese brillo de maternar