Vivir el duelo gestacional en comunidad

De esto va la primera entrada al blog. ¿Alguien lee blogs? ¿Aún se escriben? ¿Debiera comenzar con un tema menos triste, más general y no profundamente personal?

Aún dudo si es la mejor manera: En enero de este año, quedé embarazada y fueron las semanas más felices de mi vida.

Los días previos a enterarme estuve en un Retiro de Yoga, despedía a una amiga y colega compartiendo práctica, conversación, cocina y disfrute. Las prácticas de yoga eran intensas, y los dolores de cadera me tenían más lenta, moviéndome muy consciente, atenta pero lenta. Todo era relativamente normal: la energía de siempre, el mismo humor, pero cierta ansiedad que me acompaña habitualmente no estaba presente. No le presté demasiada atención, solo lo suficiente para notar que no comía tanto, que me alejaba del café matutino y de las deliciosas copas que vino (alguna que otra probé) pero en general estaba muy tranquila, liviana, en eje y sin periodo.

En mi mundo hormonal conocido todo funciona como un relojito. Nunca sé bien cuándo, pero en algún momento llegará la menstruación. Y por como sentía mi cuerpo, ese día llegaría pronto.

Pero no.

El lunes compré un test de embarazo y luego de muchos trámites locos de nuestro nuevo hogar (en construcción) con Max hicimos la prueba.

No pasaron ni veinte segundos y las líneas aparecieron con mucha intensidad. Había fantaseado con una gestación ¡uf! tantas veces, pero por distintas circunstancias (y ahora siento: por suerte!) no había sucedido. Y pese a no ser el momento ideal (si hubiera tal cosa) tenía el mejor compañero de la vida.

el día más feliz

Nos albergó una emoción enorme, una alegría que nos hizo flotar y llorar abrazados entre las cajas y el polvo de la obra. Para qué decir de todos los planes y los sueños que se materializaban, de la pared que decidimos tirar abajo ese día! de los planes, uf! cuánta alegría! 

La emoción era inmensa y se lo compartimos a las personas más cercanas. Recuerdo cuando llamé a mis mejores amigas, dije: "Quiero que lo sepan porque estoy feliz, pero también porque si sale mal no quiero vivirlo sola"

Fue la mejor decisión que pude tomar.

Fueron semanas de mucho cuidado, autocuidado, de mucho buscar tranquilidad. Sé que no había sido tan feliz en mi vida como en ese momento.

 Y yo entre síntoma y síntoma, lo fui contando en las clases de yoga prenatal y con las mujeres de postparto.

Porque... ¿Cómo no decirlo en un ambiente donde promuevo el compartir, donde es importante saber cómo una se siente? y yo tenía acidez, me apretaba la ropa, me bajaba la presión por momentos y me explotaba el amor por dentro.

Pero ya sabemos el nombre de este texto.

No voy a profundizar en este momento en los detalles, del dolor de todo el proceso tanto físico como emocional, porque la verdad es que este texto va de otra cosa.

Post aborto, y luego de unos días de descanso volví a clases. Abrí las sesiones con un círculo dentro del cual conté mi experiencia, porque ¿¡cómo no compartirlo cuando les ha pasado a tantas!? Si esta comunidad se sostiene por la escucha y el acompañamiento: ¿Cómo no hablar? ¿Cómo no hacerlo cuando estamos hablando de la importancia de validar las emociones, de armar una red, de confiar en ella? Y, sobretodo ¿ Cómo no hacerlo cuando escuché a lo largo de todos estos años historias de pérdidas que se vivieron en soledad?

Fue súper difícil, pero también me sentí muy abrazada, muy contenida por las mujeres que conocía hacía rato y por muchas que apenas me habían escuchado un par de veces…

Quiero agradecerte por llegar hasta aquí, dudé mucho sobre escribir este texto, pero a la vez hace meses que necesito hacerlo y ojalá despierte en ti, que me lees, una palabra, un gesto, un abrazo para esa persona conocida, amiga, familia que pasó por esto.

O quizás, y muy fuerte un abrazo para ti misma.

En mi experiencia, en medio de todo ese dolor, del dolor que aún siento, puedo decir con mucha alegría y también con mucho orgullo, que yo no tengo una comunidad

Comunidad

Yo soy parte de una Comunidad. Soy parte de Maternar en Yoga.

Vivir el duelo gestacional en Comunidad es la primera entrada de este blog que está pensado para compartir las experiencias en torno a gestar, parir y criar en primera persona; para compartir lo que sentimos y que esta experiencia de maternar no nos “mate” (como me dijo una amiga), para que fluya el sentir, para poder transformar las experiencias, para no estar solas.

Te invito a leer las entradas, compartirlas, y a sumarte a escribir si querés.

Los textos los verás desde la web de Maternar en Yoga y cerca de ese nombre la palabra Comunidad que tanto, tanto sentido me hace ahora.

Un abrazo,

Gaby

Creadora de Maternar en Yoga.

(con una estrellita en el cielo)

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